Crisálida es el desfile número 25 de la compañía, que marca 20 años de historia. Una historia que lleva varios años en nuestras cabezas y con la que queremos rendir nuestro pequeño homenaje a esas personas que hacen comunidad, que hacen que nuestras ciudades cobren vida y sean ricas en historias.

Los hermanos Seoane (Nieves y Fernando) regentaban la mercería A Crisálida allá por 1942, su madre había fallecido recientemente.

La mercería era ya, por aquel entonces, una de las más destacadas del oficio coruñés. En ella destacaban sus escaparates, atestados de medias, mantillas o mantones. Con el paso de los años, los Seoanes se hicieron cargo de la mercería y rápidamente se convirtieron en uno de los más queridos entre la clientela de la céntrica calle San Andrés. Los hermanos parecían sacados de una película de Jean Pierre Jeunet. Cuando pedías un botón, una cremallera o un par de calcetines, desaparecían en la trastienda; al cabo de un rato aparecieron con una torre de cajas atadas con largas gomas, y con un ritmo de otra época se dispusieron a ofrecer su gran variedad de material.

Ir a Crisálida significaba entrar en otra realidad, era “una mercería con aire de museo o gabinete de curiosidades”, como la definió Luis Pousa en su relicario de las calles de Atlantic City.

Nota: Solo se permite el acceso a animales guía.